Pedro Marín fue pionero en introducir el synthpop en castellano en las discotecas españolas, utilizando sintetizadores y cajas de ritmos en su música. La revista estadounidense Billboard lo considera el primer artista español de vanguardia.
El álbum homónimo de Pedro Marín, lanzado en 1980 bajo el sello Hispavox, es un clásico del Europop. El álbum presenta la suave voz de Marín y melodías pegadizas, con canciones destacadas como "Que No", "Aire" y "Puente De Colores". La producción incorpora elementos de disco, funk y rock, lo que resulta en una experiencia auditiva diversa y entretenida. La portada del álbum, con Marin posando con confianza contra un fondo rojo, capta perfectamente el espíritu alegre y divertido del álbum. En general, el álbum debut de Pedro Marín es una escucha obligada para los fanáticos del Europop de los años 80 y para cualquier persona que busque una experiencia musical agradable y retro.
Después de esta exitosa etapa, Pedro Marín se retiró de la música durante casi 20 años, habiendo vendido más de tres millones de discos en esa etapa. Su legado como precursor del synthpop en español y su impacto en la música electrónica siguen siendo recordados por el público.
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