Los Ébora: Eran de Talavera y grabaron un único EP en el 66.
Posteriormente en los 80 se reunieron y grabaron una serie de canciones
que junto con el EP publicó el sello Cocodrilo Records.
Conjunto 007 y Billie y Los 007: No se sabe si fueron el mismo
grupo el que grabó estos dos EP’s el segundo con solista femenina. Su
estilo era una mezcla de soul y R&B muy bien hecho. En cualquiera de
los casos a día de hoy causa una buena impresión su escucha y es una
lástima que no se prodigaran en el estudio.
Los Cuernos: Se desconoce si grabaron algún disco más que el
aquí incluido de 1967 que incluye unas más que correctas versiones de
éxitos internacionales mezclando soul y pop.
Los Banzos: Fundados en 1966, realmente provenían de una serie
de bandas que les remontan hasta 1961. Su penúltima reencarnación fue
como Los Hagstrom (nombre de un modelo de guitarra), y bajo ese nombre
es donde toman forma: adquieren experiencia en vivo tocando durante un
año en Ibiza -ya entonces parada de hippies de todo el mundo- y,
consecuencia de ello, un mayor nivel técnico. Así, graban una serie de
maquetas que mandan a diversas discográficas y les suena la flauta con
Polydor que, eso sí, les obliga a cambiar de nombre por uno en español.
Es así como formalmente nacen Los Banzos. Aunque un banzo es un
travesaño, al parecer el nombre proviene de una broma surgida en la
búsqueda de su nueva denominación.
En sus diversas etapas el combo había tenido numerosos cambios de
formación. Para los Banzos, la cosa queda así: Arturo Goicoechea
(guitarra, órgano, saxofón, voz), Manuel Ángel Cortés (guitarra baja),
Enrique Insuela (guitarra), Alberto Cacho (batería) y Julián Serrano
'CURRO' (voz). Merece la pena destacar a Arturo, autor de algunos de sus
destacados arreglos así como de varias canciones, y que como vemos
desempeñó múltiples tareas instrumentales gracias a su sólida formación
musical, y a Curro Serrano, poseedor de una viril voz que en un
principio parece quedar fuera de los parámetros del estilo cultivado y
que, sin embargo, adapta perfectamente a las canciones y les dota de
cierta singularidad.
En un plazo inferior a un año, los Banzos editaron tres sencillos. Los
dos primeros fueron producidos por Alfonso Sainz, uno de los fundadores
de Los Pekenikes, y el último por Arturo Goicoechea. Con ello, se
convirtieron, junto a Los Mismos, en la primera banda pucelana en
publicar un disco. Aunque sus ventas eran modestas, sí eran decentes y
progresivas, y hasta actúan en televisión -enorme trampolín-; sin
embargo, el grupo desaparece por centrarse sus miembros en sus estudios y
todos ellos dejan el mundo de la música de forma prácticamente
fulminante.
Hoy día Los Banzos carecen del reconocimiento de otros de sus
contemporáneos, pero desarrollaron un estilo, el pop barroco, poco
cultivado en aquella España. Su breve legado merece ser revisitado. Y
eso hacemos aquí.
Los Polares: fueron una de las escasas bandas barcelonesas de la
década de los años 60 que, al igual que Los Salvajes, Los Atilas o Los
Stop, los mallorquines The Runaways, o los valencianos Los Huracanes,
tuvieron la oportunidad de realizar unas prolongadas giras por la
República Federal de Alemania.
El nacimiento del grupo, como quinteto, acaeció entre finales de 1964 y
comienzos de 1965 en Masnou, localidad próxima a Barcelona, la ciudad
donde dieron sus primeros pasos como formación musical. En el verano de
1965, Los Polares se desplazan a la Costa Brava, a Malgrat de Mar,
localidad gerundense en la que son contratados para actuar en un
hotel-restaurante, llamado «Sabina». En algunas ocasiones, también,
ejercían de sustitutos provisionales de Los Salvajes, que tenían su
residencia veraniega en un local nocturno próximo, denominado «Los
Flamencos».
Los dueños alemanes del «Hotel-Restaurante Sabina», tendrán una capital
importancia en el devenir de la trayectoria musical de Los Polares, ya
que una vez acabada la temporada estival, la pareja germana propone a la
banda, bajo su protección, que se desplacen a la República Federal de
Alemania, con la intención de que se pulan musicalmente, y se empapen
con las nuevas modas, vigentes en Europa, intentando repetir la
aventurera experiencia de Los Salvajes. Los componentes del grupo
deciden dar un paso al frente, muy arriesgado por aquel entonces, y
hacerse profesionales de la música. Para lograr alcanzar ese difícil
reto, la puesta en escena de su andadura musical profesional como
conjunto, habrá de hacerse, necesariamente, desplazándose a Alemania.
A lo largo de la estancia de Los Polares en tierras germanas, tuvieron
la fortuna de poder curtirse en el circuito de clubes teutones, que por
aquel entonces, estaban a la vanguardia mundial del Rock. Este fue, sin
lugar a dudas, un buen lugar de aprendizaje, y a la vez, para el estreno
profesional de los primeros compases del grupo. Llegaron a actuar
durante una semana en el mítico «Star Club» de Hamburgo, y en otros
locales similares. En tierras alemanas dejaron grabados algunos discos
(inencontrables a día de hoy), dos singles/EP’s, que se titularon: “Disc
Polares show band” y “Folk beat” (el segundo disco incluía instrumentos
extraños en las canciones de Rock, como eran un arpa y un chelo).
A su vuelta, ya en el año 1966 con su amplio bagaje estilístico, traído
como equipaje de su estancia en Alemania, firman un contrato
discográfico que les unió con el sello Sonoplay. Esta compañía, que más
tarde se convertiría en Movieplay, estaba radicada en Madrid. Por aquel
entonces, en 1966, bajo la dirección artística del argentino -afincado
en la España de los sesenta-, Adolfo Waitzman, tenía un catálogo
netamente «mod»: The End, Glynt Johns, The Mode, Canarios y Pop-Tops.
Tras la firma, Los Polares no tardaron en entrar en el estudio de
grabación, para dejar registradas sus únicas 4 canciones, en España en
el EP “¡Qué chica tan formal!”. Aunque fue grabado en el mes de
Septiembre de 1966, tendría que esperar hasta finales de ese mismo año,
en Diciembre, para ver cómo finalmente era publicado, para el mercado
nacional.
Durante sus años de máximo esplendor, 1966 y 1967, la banda apareció
constantemente en la prensa musical de la époa. En especial, en la
revista de la Editorial Bruguera, «Fans». Debido a que su redacción se
localizaba en Barcelona, sus páginas acogían con una mayor frecuencia a
grupos catalanes, sobre todo, de la propia Ciudad Condal. La filosofía
«filo-mod» de esta publicación, propició que se dedicaran abundantes
artículos, noticias y reseñas a grupos pertenecientes a la escena del
«Rock de garaje» barcelonés, de los años sesenta, como eran Los
Cheyenes, Los Salvajes, Los No, Los Go-Gó, los ingleses The Mode y The
End, o los propios Los Polares, que salieron en repetidas ocasiones en
la revista.
A partir de 1968, se les pierde la pista, desconocemos la fecha exacta
de su disgregación final, dejando atrás poco más de tres años de una
corta, pero a la vez intensa, vida musical. El batería de Los Polares,
Alberto López, se integró en el grupo de acompañamiento de Tony Ronald,
sus habituales T. R. Selección, con los que participó en la grabación de
un disco editado por Tony Ronald, el E.P. “Risas y luz”. Pasado el
tiempo, Alberto López también sería músico de la banda de Georgie Dann.
Después, llegaría a formar parte de Época y de Santabárbara.
martes, 2 de julio de 2024
Colección Grupos Españoles Vol. 17 [CD PopMusic]
LOS EBORA - CONJUNTO 007 - GUILLE Y LOS 007
LOS CUERVOS - LOS BANZOS - LOS POLARES
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Excelente... la historia de Los Polares, no la conocía, ni conocía a Los Banzos... saludos
ResponderEliminarHola Guszamora! Gracias por comentar. Un saludo!!
Eliminartem como baixar?
ResponderEliminarHola Livan. Este blog no es de descargas. Proporcióname un correo y te indicaré donde puedes descargarlo. Saludos!!
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