Con la versión de la casi desconocida "Mañana, mañana", con unos fenomenales arreglos orquestales y vocales sobre un eje de melodía romántica, se escuchaba a todas horas en la radio de la época y fue uno de los discos más vendidos en el invierno de 1968, aunque no llegase en ningún momento a ocupar el nº 1.
A partir de 1968, adquieren una identidad propia que, lejos de llevarles a una pérdida de calidad, como sucedía con otros grupos, supuso que su sonido y producción empezaran a ser incontestables, perfecta.
Los Angeles se colocaron entre los grandes del pop español, lugar privilegiado que no abandonarían hasta aproximadamente el año 1973.
CARA A
CARA B
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