Se puede decir que Montez fue uno de los últimos superhéroes del rock´n´roll original de los 50´s, aunque la gloria le llegaría en realidad a comienzos de los 60´s con el mega-éxito «Let´s Dance». Aunque originario de Los Angeles, Montez nunca reprimiría sus raíces hispanas, pues no en vano crecía escuchando al primer gran rocker hispano, Ritchie Valens, una enorme influencia en su estilo musical.
A comienzos de los 60´s Chris actuaba regularmente a nivel local cuando Monogram Records puso sus ojos en él, comenzando así su andadura discográfica, que arrancaría de manera inmejorable con el single «Let´s Dance», en el que quedaba ya patentado su estilo de rock´n´roll sazonado por un potente órgano. «Some Kinda Fun» y «Rockin´ Blues» seguirían esa estela, dejando claro que Chris Montez tenía madera para rato. En 1963 debutaba en Europa junto a Tommy Roe, concretamente en Liverpool, teniendo como banda telonera nada menos que a The Beatles, que todavía no habían dado el pistoletazo de salida.
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