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Alberto Bourbon
El día de San José de 1944 nace en Madrid José Alberto Bourbon Ruiz. Su padre es un joven diplomático francés casado con una española. Naturalmente, hace sus estudios primarios en el Liceo Francés de la capital de España. En 1959 la familia regresa a Francia, pero ya antes José Alberto había formado parte de algún incipiente conjunto musical.
En Paris, su tío Jean es empresario del espectáculo y representante de numerosos artistas galos. Colocará a Alberto en distintos puestos y participará en la organización de giras de varios cantantes. Ahí le picará el insecto de la música y su veneno lo llevará ya siempre en la sangre. Aquel empleo le durará hasta 1962, año en el que decide dar un giro a su vida y se alista voluntario en el ejército francés, siendo destinado a las fuerzas de ocupación en Alemania.
En 1965 termina sus obligaciones militares y marcha a Londres para hacerse cantante. A principios de 1967 se establecerá, ya para siempre, en Madrid. Plantará su cuartel general en el Whisky Jazz, templo del género. A él le gusta el jazz; sin embargo, es la época de la eclosión de los cantautores y Alberto Bourbon se sube muchos días al escenario para desgranar sus canciones con el único acompañamiento de una guitarra.
Su voz grave y la calidad sus composiciones no van a pasar desapercibidas. Pronto echará a rodar su primer sencillo: “El Metro” (CEM, 1968). Una auténtica crónica cargada de imágenes de un viaje en el tubo madrileño. La canción y el nombre de su cantautor se escuchan en las emisoras y los habituales músicos del garito de jazz acunarán el debut del neófito. Aún más se escuchará “La Niña de mi Barrio / Un Domingo en mis Calles” (CEM, 1968) que entrará en las listas de ventas. Su voz se compara a la de otro cantautor principiante, Patxi Andión, con el que guarda bastantes similitudes.
El reconocimiento que rápidamente han obtenido sus dos discos, hace que la RCA se fije en él y lo incorpore a su compañía. Con esta marca grabará tres singles en 1970, que venderán menos que los anteriores. El más destacable de ellos es con mucho: “En un Mechón de la Noche / Robaré Besos y Flores” (RCA, 1970), dos de sus mejores canciones de siempre.
Será en RCA donde firmará sus discos con su verdadero nombre de Alberto Bourbon, pues sus dos sencillos editados en CEM aparecerán firmados como Burbón y Alberto Burbon respectivamente.
En 1971 sufrirá un gravísimo accidente de tráfico que casi le cuesta la vida y que le mantuvo tres años alejado de estudios y escenarios. Es una época en que se dedica sobre todo a componer. En este aspecto, las cosas le ruedan de maravilla. Durante la primera mitad de los 70, escribirá canciones para Massiel, Mocedades, Isabel Patton y Rocío Jurado, por citar solo nombres españoles.
Pero el Alberto Bourbon compositor no quiere que desaparezca el cantante y regresará con un LP: “Años de Amor” (RCA, 1974). En este disco brillará “Antes de Ti no Hubo Antes” (RCA, 1974), su grabación más conocida y una de las mejores baladas de la década de los 70. Esta canción devolverá al cantante a las listas de ventas y a las pantallas de la televisión.
El efecto “Antes de ti no hubo antes” guardó la paradoja de un aumento del prestigio de Alberto Bourbon como autor, pero no como cantante. Al año siguiente grabaría un nuevo long play: “Estoy Aquí” (RCA, 1975) con el que pondrá fin a su carrera de cantante. A partir de ahí seguiría componiendo y se convertiría durante años en el productor de Rocío Jurado, que bajo su dirección lograría buena parte de sus mayores triunfos discográficos.
A partir de los 90, la figura de Alberto Bourbon se diluye en el humo de los cigarrillos y pasea su figura bohemia por la noche madrileña, casi siempre ligado a sus queridos ambientes jazzísticos. Fallecerá en Madrid en 2001, víctima de un ataque cardíaco. Solo el empeño de Rama Lama, que publicará su “Todas sus Grabaciones” (Rama Lama, 2003), mantendrá el recuerdo de uno de los más destacados cantautores españoles.
Sus canciones, imbuidas de Brel, son ante todo poesía. Unas letras costumbristas le convierten en el cronista de los 70, alejado de la mordacidad y los lugares comunes con los oídos siempre atentos y los ojos cargados de benevolencia hacia la realidad que le rodea.
El Disco:
Otra vez la sombra de Jacques Brel en sus tiempos rápidos planea e inunda “Un día más” . Otra letra memorable de Bourbon, esta vez con una música dinámica. La vida es dura y siempre lo fue sería el corolario de esta canción: “Un día más que hay que quemar sin llorar, un día más que olvidar·.
Retórica, enfática, esdrújula y tremendamente francesa es la historia del organillero fallecido “Pobre Juan”, un tema con un brutal cambio de ritmo en el que Alberto se desgarra tal vez en exceso.
Fuente: lafonoteca.net
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