domingo, 29 de abril de 2012

FORMULA V (1967-1975)



Septiembre de 1965. ¡Y parece que fue ayer!. Tony y yo coincidimos en los pasillos del instituto Cardenal Cisneros. Él acababa de llegar a estudiar a Madrid desde Cartagena y para mí iba a ser el primer curso en un Instituto después de siete años en los Escolapios.

Desde el primer momento nació entre nosotros una amistad cuyo principal punto en común, era nuestra pasión por la música. Los dos teníamos los mismos ídolos: Shadows, Manfred Man, Tremeloes, y como no, Beatles.
Los Rostros
Aquí empezó todo. "Los Rostros".


No habían transcurrido aún tres meses desde el comienzo del curso, cuando junto a otros dos amigos de mi anterior colegio (Santi y Eugenio), ya habíamos creado nuestra primera formación; “Los Rostros”. Era el típico grupo (o debería decir utilizando la terminología de la época, conjunto), que unía a cuatro ó cinco chavales con mucha ilusión, bastante fantasía y pocos medios, que suplían su falta de formación musical con horas y horas de ensayos martirizando con ellos a familia, vecinos y amigos más cercanos.

No entraré en los detalles del penoso viacrucis que representó conseguir nuestro primer equipo de sonido. Baste decir que desde vender galletas a domicilio hasta repartir periódicos, llevamos a cabo los trabajos más variopintos, para llegar a reunir el dinero que nos permitiera alcanzar esa deslumbrante batería y esas guitarras eléctricas con las que ya nos imaginábamos conquistando el mundo.

Pasamos 1966 actuando allí donde nos llamaran e incluso en donde no lo hicieran. Nos curtimos en las Fiestas de los pueblos cercanos a Madrid, en donde no sólo animábamos el baile con los éxitos del momento (Cae la Nieve, Twist and Shout, Aline... etc.), sino que además poníamos música al paseíllo de los toreros y a los cambios de tercio en las corridas.

Fue a finales de ese año cuando coincidimos en un festival de los muchos que se organizaban por aquel entonces, con otra formación que tenía el sugerente nombre de “Los Jíbaros” y con los que inmediatamente se creó, como se dice ahora, “un buen rollo”.

Fue en ese encuentro donde el destino jugó su papel en nuestras vidas.

Hacía pocos días que Santi y Eugenio nos habían comunicado a Tony y a mí, el ultimátum recibido en sus respectivos domicilios por el que se les conminaba, en vista de las notas recibidas, al abandono inmediato de sus actividades musicales. Lo mismo les había sucedido a dos de los componentes de Los Jíbaros, por lo que con los restos de los dos grupos decidimos hacer uno nuevo. El conjunto resultante del cambio fue bautizado con el original nombre de “ Los Cambios”. ¡¡ Derroche de imaginación!!


Y así fue como en Enero de 1967, Tony, Kino, Chefo, Mariano y yo empezamos con nuevas ilusiones, nuevos sueños y un poco más de experiencia el grupo que más tarde sería conocido como Fórmula V.

Junio de ese mismo año. Cinco chicos que aún no han cumplido los 18, están hechos un manojo de nervios. A las cuatro de la tarde tienen una audición en el club Paraninfo de Madrid, un lugar emblemático en el que han actuado todas las figuras importantes de la época, desde el Dúo Dinámico hasta Los Bravos incluyendo ni más ni menos al mismísimo Tom Jones. La prueba es vital; si le gustamos a D. Jesús Nuño de la Rosa, dueño del club, tendremos la posibilidad de actuar todas las tardes en el sitio de más renombre de Madrid y con un poco de suerte, ser descubiertos por alguno de los cazatalentos que de vez en cuando se acercaban por allí para tomar una copa y escuchar a los grupos.

Aquel día fue inolvidable. La prueba la superamos ampliamente y excepción hecha del encargado de la barra del bar, que se quejaba de que el excesivo volumen de nuestro equipo estuvo en un tris de cargarse la vajilla, todo fueron parabienes. Nuño de la Rosa nos felicitó personalmente y, lo más importante nos ofreció un contrato de tres meses, justos los de las vacaciones escolares, a razón de 18 Euros diarios, o lo que es lo mismo 3,60 para cada uno. Ni que decir tiene que vimos las puertas del cielo abiertas de par en par.
Ibamos a tocar en uno de los clubes más conocidos de Madrid, y además cobrando “una pasta”, lo que nos permitiría mejorar nuestros equipos para mayor temor del ya de por sí aterrado encargado del bar.

Y ahí empezó todo.


Una tarde Pepe Nieto, un músico ya legendario por entonces como uno de los primeros y mejores baterías de Jazz, se dejó caer por Paraninfo y algo debió de ver en nosotros para volver al día siguiente con Maryní Callejo, la mujer que había descubierto a Los Brincos. Después del primer pase (hacíamos dos diarios de 45 minutos cada uno), pasaron los dos al camerino y no nos podíamos creer lo que nos estaba pasando. ¡¡Nos estaban ofreciendo un contrato discográfico, y no con cualquier Compañía, sino con la, en aquellos tiempos, todopoderosa Philips.!!

A partir de ahí fue todo como un sueño del que recuerdo con especial cariño los ensayos en casa de Pepe Nieto (que gran músico y que gran persona), y el viaje a Milán para grabar en los estudios de la Fonit Cetra que por aquel entonces, eran de los pocos en Europa que ya tenían 8 pistas.


Mención aparte merecen las listas interminables de nombres que cada uno de nosotros confeccionaba para bautizar al grupo, y que el de Fórmula V finalmente ganó por mayoría. Nos gustó por dos razones. Para empezar carecía del “Los”, artículo que siempre precedía a todos los nombres de los grupos de la época ( Los Brincos, Los Bravos, Los Pekenikes, Los Mustang, Los Sirex etc.) y además el Circuito del Jarama se acababa de inaugurar, por lo que la Fórmula 1 estaba totalmente de moda. Como nosotros éramos aficionados a los coches y éramos cinco pues.........que os voy a contar, otra vez creatividad a tope!!

Aquel como andar entre nubes tuvo un despertar no tan agradable. “Mi día de suerte es hoy”, nuestro primer disco, ese que habíamos grabado en los super-estudios italianos con la Orquesta Sinfónica de La Scala de Milan al completo (tendríais que haber visto las caras de esos sesudos profesores al vernos aparecer guitarra eléctrica en ristre entre sus oboes, fagotes, arpas y cellos), aquel disco repito, fue un rotundo fracaso.


Habiendo tocado el cielo con la punta de los dedos, aquel fracaso nos dejó desorientados, deprimidos, y con la moral por los suelos hasta el punto que Chefo abandonó el grupo. Estábamos a punto de tirar la toalla y volver otra vez cada uno a nuestros interrumpidos estudios, cuando Chapete se incorporó como teclista pasando a ser el quinto Fórmula definitivo y se cruzaron en nuestro camino dos hadas madrinas con bigote y pelo en el pecho. Eran Jose Luis Armenteros y Pablo Herrero.

La importancia que estos dos personajes han tenido en la música española, merecería no ya un capítulo, sino todo un libro aparte.

Procedentes del mítico grupo “los Relámpagos”, Pablo y Jose Luis han sido, en mi modesta opinión los autores más importantes y prolíficos del pop en nuestro país. Aparte de la mayoría de los temas de Fórmula V, ahí están canciones como “Libre”, “Un beso y una flor”, “Libertad sin Ira”, “Como una ola” y artistas como Francisco, Juan Bau, Nino Bravo, Basilio, Jarcha o nosotros mismos, para refrendarlo.


Pablo y Jose Luis, (Cuco y Cano para nosotros) redescubrieron el grupo, y fueron los principales artífices de ese sonido fresco, sin trucos, directo y tan abrumadoramente comercial que fue sin duda la clave del éxito de Fórmula V.

A partir de aquí la trayectoria es mas o menos conocida. Primero fue “La Playa, el sol, el mar el cielo y tu”, luego “Tengo tu amor”, después “Cuéntame”, meses más tarde “Cenicienta” y así, una tras otra, cada una de nuestras canciones se aupaba a lo mas alto de las listas no sólo en España, sino también en prácticamente todos los paises de habla hispana, siendo Fórmula V el primer grupo español que marchó en gira al otro lado del charco.


Y así hasta Octubre de 1975 , mes y año en el que ya hartos de tantos viajes, tantas giras y de nosotros mismos, decidimos poner punto final a la aventura que había empezado nueve años antes. Ciertamente nuestra separación fue sorpresiva, pues tuvo lugar en pleno éxito. Tanto fue así, que al año de nuestra disolución recibimos por la canción “Carolina”, el premio al disco más vendido del verano anterior.

Pasaron muchos años alejados de los escenarios aunque raro era que transcurriera alguno sin que nos tentaran a volver a grabar ó nos invitaran a actuar en algún sitio.



Finalmente, el 5 de Abril de 2002 reaparecíamos con un concierto en el Miami Dade County Auditorium en la ciudad de Miami en el que tuvimos un lleno absoluto.

Como curiosidad os diré que desde entonces la nueva formación incluye a dos de los músicos que participaron en la época "dorada" de Los Diablos, Emilio Sancho (batería) y Giani Scavini (teclados) así como a Juan Antonio Lopez (bajo) que fue componente del mítico grupo Los Salvajes.

Hasta hoy, cada verano realizamos una gira que ya nos ha llevado a dar más de 300 conciertos en otras tantas ciudades, dentro y fuera de España. En cada uno de ellos nos reencontramos con nuestros fans de antaño y descubrimos, cada vez más, nuevos seguidores entre la gente más joven.

¡¡La mejor señal de que la música de los 60’/70’ nunca ha dejado de estar de moda!!


Si, cuando grabamos nuestro primer disco allá en 1968, alguien entonces me hubiera dicho que hoy me iba a encontrar escribiendo estas notas, y que cuarenta años después nuestras canciones iban a seguir siendo recordadas e incluso versioneadas por artistas del momento, francamente, no me lo hubiera creído.

Por eso va para todos vosotros nuestro más sorprendido agradecimiento.

Fuente: Web Fórmula V

Discografía de Fórmula V


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domingo, 22 de abril de 2012

LOS PEKENIKES (1961-1996)




Para empezar, pongámonos en situación. Estamos cabalgando entre los últimos años de la década de los 50 y los primeros 60 en España. Lo que se oye en la radio es, fundamentalmente, copla y canción melódica. Un puñado de chavales, acá y acullá, empiezan a dar sus primeros pasos en la música con un nuevo género que acabará imponiéndose en las preferencias de la juventud, el rock. Habitualmente, de forma tradicional aunque un tanto imprecisa se distinguen dos escenas de germinación: Barcelona, lugar de origen de Los Sirex y Los Mustang, y Madrid, en la que nacen, entre otros, Los Estudiantes, Los 4 Jets y Los Pekenikes.

Los Pekenikes, cuyo nombre derivaba de la juventud de sus componentes (andaban alrededor los 16-18 años), nacen en marzo de 1959 en el instituto Ramiro de Maeztu de la capital española, procedentes de una proto-formación amateur anterior llamada Los Hermanos Sainz y Su Conjunto. Estos “Hermanos Sainz” eran Lucas y Alfonso, guitarra y saxofón respectivamente, siendo fundamentalmente el segundo de ellos, el mayor, el considerado cabeza destacada de la banda por aquellos años. Junto a ellos estaban Ignacio Martín Sequeros, bajo y uno de los principales compositores del grupo; José Nieto, batería, y Edilberto “Eddy” Guzmán -no confundir con Eddie Guzmán, miembro de Rare Earth-, cantante. Empezaron dando conciertos en su propio instituto, a los que complementaron diversas apariciones en Radio Intercontinental. Aunque, más o menos, esos serán los miembros que darán forma al combo en esos primeros tiempos, las alteraciones de la formación serán muy habituales, que será igualmente inevitable al paso de los años debido a su dilatada carrera. Primeramente, entra Tony Luz a encargarse de la segunda guitarra, a lo que sigue el momentáneo abandono de Pepe Nieto, haciéndose cargo de la batería el propio Eddy para la grabación de su primer EP, “Madrid / Apache / Ramona / Jinetes en el Cielo”, (Hispavox, 1961). En este 7’’ encontramos los típicos componentes de aquellos primeros discos: versiones de éxitos del rock and roll anglosajón debidamente adaptados al castellano si es necesario -aquí se incluyen dos instrumentales, premonitorios- junto a otras de conocidos temas españoles de la canción popular. Tras su publicación, Eddy dará sus primeros pasos como solista antes de unirse a Los 4 Jets, y Pepe volverá a hacerse con las baquetas del grupo. Habiendo perdido a su vocalista, al mismo tiempo se incorpora al conjunto Antonio Morales “Junior”, procedente de Los Jump -donde también estuvo su hermano Ricky Morales antes de ingresar en Los 4 Jets- y con el que publicarán sus tres siguientes EP. El segundo de ellos, “Madison & Locomotion” (Hispavox, 1962), contiene la primera pieza originalmente compuesta por Los Pekenikes, titulada “Viento inca”.


Por aquella misma época se inician las matinales del Price, de cuya organización se encargaba el propio Pepe junto a su hermano Miguel Ángel Nieto, posteriormente bien conocido como locutor de radio. En la primera sesión, organizada el 18 de noviembre de 1962, actuaron, además de Los Pekenikes, Ontiveros, Dick y Los Relámpagos -luego conocidos simplemente como Los Relámpagos-, Eddy -el mencionado Eddy Guzmán-, Los Tonnys -que ampliarían su nombre a Micky y Los Tonys- y Los Cinco Estudiantes -poco después, Los Estudiantes, germen de Los Brincos-. Fuera de cartel, también actuaron The Diamond Boys, grupo gibraltareño del que formaba parte Albert Hammond. A pesar del enorme éxito que estas matinales cosecharon a lo largo de quince ediciones, las presiones de ciertos grupos sociales acabaron desembocando en su prohibición. Sin embargo, la experiencia fue vital para la juventud de la época, y no solo -aunque sí fundamentalmente- la madrileña: también para los grupos, que ampliaron su público.

Para el año siguiente vuelven a producirse cambios, esta vez más importantes, ya que Pepe se retira definitivamente de la banda, iniciando, al cabo de los años, una exitosa carrera como compositor de sintonías para cine y televisión, galardonada con varios Goya. Su sustituto en Los Pekenikes fue Pablo Argote, pero ahí no queda todo, ya que, como se indicaba algo más arriba, Junior abandonó también la formación y fue reemplazado por Juan Pardo, el cual procedía de Los Teleko, conjunto disuelto poco antes. Si, como se señalaba, “Viento inca” fue la primera composición original de Los Pekenikes, con Juan Pardo firmaron “Eso fue tu amor”, publicado en “Eso Fue Tu Amor / Please, Please Me / Hully Gully / América de West Side Story” (Hispavox, 1964), su primera canción vocal, ya que la anterior era instrumental. Ese mismo año también empiezan a colaborar con Karina como conjunto de acompañamiento, tarea que compartieron con otras bandas, como Los Continentales. Los Pekenikes y Karina ya habían participado juntos en diversos espectáculos en directo, pero su primera grabación fue el flexidisco promocional “Corazón / Dile” (Hispavox, 1964), siendo la última una versión alternativa a la publicada en “Si Fuera una Princesa / Me Voy / Dile / Si mi Almohada Hablara” (Hispavox, 1963). Poco después Tony Luz y Karina iniciaron una relación sentimental, que se destaca por el inminente peso que tuvo en la carrera de ambos. La colaboración de grupo y vocalista se extendió a lo largo de diversas grabaciones y composiciones, incluidas las que la jienense interpretaba para el film “Los Chicos del Preu” (1967) de Pedro Lazaga. Hablando de cine, Los Pekenikes aparecerán, ya en imagen, en "Escuela de Enfermeras" (1965) de Amando de Ossorio, junto a Carlos Larrañaga y Paloma Valdés.


Aunque Los Pekenikes eran ya un grupo reputado, el primer éxito importante les llegó con su siguiente EP, el primero de sus discos producido por Rafael Trabucchelli, “Los Cuatro Muleros / Vete Ya / Mírame / El Soldado de Levita” (Hispavox, 1964), gracias a la adaptación instrumental del popular tema que lo abre. Ese fue además el último disco que Juan Pardo grabó con la formación, tras el cual ingresa en Los Brincos. Su puesto en Los Pekenikes lo ocupó Pepe Barranco, que venía precisamente de Los Estudiantes y al que no había seducido la idea inicial de formar parte del nuevo proyecto de Fernando Arbex. Con él participaron en otro de los grandes eventos musicales del momento: el concierto de The Beatles en Madrid.

The Beatles dieron su primer concierto en España en la plaza de toros de Las Ventas, Madrid, el 2 de julio de 1965, y al día siguiente en Barcelona. El espectáculo, presentado por Torrebruno, se dividió en dos partes, una primera en la que actuaban los teloneros, en cuya parte central tocaron Los Pekenikes, y la segunda exclusivamente para los de Liverpool. Como es de esperar, todas las crónicas del suceso se centran en la actuación de los ingleses y poco se sabe de qué hicieron los madrileños. Sí se sabe que no hubo lleno -el precio de las entradas era altísimo- ni buen sonido, lo que sirvió a algunos para rebajar la importancia del acontecimiento. De todos modos, si haber visto a The Beatles en directo es algo digno de contar a los nietos, no digamos ya haberlos teloneado.

Continuando con la trayectoria de Los Pekenikes, Pepe Barranco solo estuvo con el conjunto por la grabación de tres EP para después pasar a formar Los Flecos. Con él se marchó también Pablo Argote, por lo que de nuevo Los Pekenikes se encontraban sin batería ni cantante. Y, cosas de la vida, fue de nuevo Eddy Guzmán quien se hizo cargo de ambos puestos una vez finiquitados Los 4 Jets. Así publican el que sería su último EP, “La Gitana / No Te Molestes / Estoy Bien / Nadie Como Tú” (Hispavox, 1965).


Sin embargo, los acontecimientos se precipitan. Los Brincos han publicado ya su primer LP y es inminente la edición de un segundo, por lo que Hispavox apremia al grupo para editar el suyo y no rezagarse. Cuando se disponen a ello, Eddy Guzmán se marcha repentinamente a Filipinas, de donde era oriundo, tras la muerte de su padre. El grupo nunca más vuelve a saber de él. Según cuenta Eduardo Bartrina (Los Jets) en sus memorias, Edilberto no regresó y murió en su país hace años. El caso es que los Pekenikes sí consiguen un batería, Jorge Matey, ex-miembro de Los Sonor, pero aún necesitan un nuevo vocalista. Dadas las experiencias anteriores, el grupo decide grabar un álbum enteramente instrumental, y así se produce el gran aporte de Los Pekenikes a la historia musical española.

“Los Pekenikes” (Hispavox, 1966) conjuga magistralmente todo lo que el grupo había ido desgranando en sus discos anteriores, pero más refinado y, desde luego, mejor acabado. Muchas de las canciones que componen el álbum han acabado convirtiéndose en clásicos de los 60, pero probablemente la más popular sea la evocadora “Hilo de seda”. El éxito es enorme y se extiende incluso al extranjero, siendo uno de los primeros grupos españoles en conseguir sonar más allá de nuestras fronteras, editándose en México, Estados Unidos y sonando en emisoras de buena parte de Europa. La nueva orientación del sonido requiere de una mayor sección de vientos, por lo que se incorporan, en principio de manera aún oficiosa y posteriormente ya definitiva, Pedro Luis García y Vicente Gasca. Aparte, Jorge Matey, gran aficionado a las motos, sufre un accidente que le aparta de la ejecución de su instrumento y es sustituido por Félix Arribas, un batería procedente de Los Silvers. Con esta formación se grabará “Los Pekenikes” (Hispavox, 1967), que continúa el camino emprendido en el anterior álbum pero acentuando su lado más rítmico. En este LP, además, encontramos algunas piezas que un tiempo después formaron parte de la banda sonora de la película “La Tonta del Bote” (1970) de Juan de Orduña, cuya sintonía original compuso igualmente Alfonso Sainz.


Llega entonces una época difícil para Los Pekenikes que se extenderá hasta el cambio de década. El primer varapalo no es sino el que sufrieron casi todas las bandas de la época, la incorporación al servicio militar obligatorio de sus componentes. Por aquel entonces la mili duraba bastante tiempo y para muchos grupos supuso la certificación de su defunción; algo así como enfrentarse al mundo real. Los Pekenikes lograron sobrevivir y como buenamente pudieron grabaron su tercer LP, “Alarma” (Hispavox, 1969), sin Lucas, que estaba cumpliendo con la patria, con Antonio Obrador, ex -miembro de Los Continentales, reemplazándole momentáneamente y la breve incorporación de Antonio Brito. En este disco participa Waldo de los Ríos en algunos arreglos y es donde el grupo inicia algunas experimentaciones en su sonido. Sin duda, la más relevante fue la incorporación de dos canciones cantadas, ambas composiciones de Alfonso Sainz, siendo una de ellas, “Cerca de las estrellas”, interpretada por Félix, uno de los techos creativos indiscutibles del grupo, una mención obligatoria al hablarse de Los Pekenikes, en el que introducen elementos psicodélicos a su sonido.

Con todas estas idas y venidas de miembros por causa de su formación militar, algunos deciden crear un proyecto paralelo, Taranto’s, junto a otros tantos miembros de Los Pasos. Este se da de forma un tanto anónima debido a que Los Pekenikes no podían editar con otros sellos debido a que estaban en contrato con Hispavox. Los Pekenikes aportan a Lucas e Ignacio, mientras que Alfonso se encarga de la producción. Por su parte, Tony Luz se encarga del diseño de la portada del álbum, que será editado por el flamante sello de los hermanos Sainz, Guitarra. El álbum, “Opus Pi (3.1416)” (Guitarra, 1969) tendrá una discreta acogida, pero en él se han querido ver indicios del origen del rock andaluz, otorgándole por ello un lugar singular en el devenir de la historia del rock español.


Para rematarlo todo, la incorporación de nuevos componentes provoca una clara escisión en la banda que llega al punto de que durante un breve tiempo hay simultáneamente dos conjuntos llamados Los Pekenikes, lo que creó algo de confusión y favoreció poco al conjunto. Por un lado, Lucas Sainz, Tony Luz y Pedro Luis García, con el auspicio de Alfonso y, especialmente, de Rafael Trabucchelli, publican “Ss.Ss.Ss.Q.E.S.M.” (Hispavox, 1971). En este disco participan además los colombianos Álvaro Serrano, Yamel Uribe y Guillermo Acevedo, fogueados en diversas y prestigiosas bandas de su país, más los españoles Rodrigo García, también procedente de Colombia, y Juan Jiménez que, junto a los mencionados Guillermo y Yamel, formó parte del efímero grupo Primer Wagon, que editó un sencillo con Guitarra. Por el otro, el resto de componentes de los que se pretendía prescindir, que ha fichado por Movieplay, editan el sencillo “Nobles Contra Villanos / El Valor de 6 Penikes” (Movieplay, 1971). Finalmente este segundo grupo es el que se lleva el gato al agua y retiene el nombre. Del otro, Lucas se dedica al automovilismo, una de sus grandes pasiones, y deja atrás la música para reaparecer brevemente con un disco en solitario publicado a mediados de los 70. Su hermano Alfonso marcha a Estados Unidos para ejercer su profesión, la ginecología, y años después retoma su trayectoria artística como solista, en Estados Unidos primero y después en España, mientras que Tony da forma a los últimos años de esplendor de la carrera de Karina, tras lo cual fundará los grupos Zapatón y Bulldog. Juan Jiménez, que había participado en el último LP de Hispavox, se pasa a Los Pekenikes de Movieplay -ya los únicos Pekenikes-, a los que también se unen José Vicente Losa y Fernando Martínez. Así llegará uno de sus últimos grandes éxitos, por no decir el último, “Palomitas de maíz”, versión del popular “Pop corn” de Gershon Kingsley. La canción se incluyó en el primer LP con su nuevo sello “Los Pekenikes” (Movieplay, 1972), también conocido como “El coche” debido a su espectacular portada desplegable.


Fernando estará poco tiempo en la banda y a su salida se incorpora Manuel Mas. Al fin los Pekenikes encuentran una formación asentada y estable que se mantiene firme; serán raros los cambios a partir de entonces. Sus miembros ya rondan la treintena y compaginan su labor en el grupo con otras actividades profesionales, pero durante el resto de la década siguen editando discos con regularidad. Tras la grabación de “Saltamontes” (Movieplay, 1973), es a José Vicente, el más joven del grupo, al que le toca hacer el servicio militar, y por recomendación suya se incorpora como sustituto temporal Salvador Domínguez, que grabará junto al grupo su último disco en Movieplay, “Cachimba” (Movieplay, 1977). Aún editan un nuevo disco con apenas difusión el año siguiente, pero a partir de entonces la actividad de Los Pekenikes pasa a un segundo plano en los quehaceres de sus componentes -Félix funda su sello Lady Alicia Records, con el que editará material de su banda Félix Arribas Hot Band, así como "Scanner" (Lady Alicia, 1984) de Los Pekenikes- si bien en ningún momento renuncian a la banda, que seguirá adelante fundamentalmente a través de un puñado de conciertos cada año.


Sin embargo, todavía quedan por destacar dos discos. El primero, “Tren a Memphis” (Zafiro, 1986), vuelve a reunir a los miembros activos de Los Pekenikes con los hermanos Sainz. En este disco se hacen nuevas lecturas de algunas de sus viejas canciones junto a otras tres nuevas compuestas por Lucas. El segundo, diez años después, y con la última incorporación de Paco Gómez en los teclados, se titula “Diáspora” (Fonomusic, 1996) y que cuenta con la colaboración de Teddy Bautista, Ex-Canarios, en la versión de la conocida canción de Ray Charles “What’d I say”.


Así se cierra este repaso por la andadura de uno de los grupos indispensables para conocer el origen del rock en España, y uno de los fundamentales de la música de los 60. A lo largo de los años, sus canciones han aparecido en películas, series, anuncios y programas de televisión, multitud de recopilatorios y se les menciona en libros y artículos sobre la época habitualmente, formando parte del imaginario popular, aun incluso de aquellas personas que desconocen a los autores de esas canciones.

Fuente: Dris Alí - Lafonoteca.net





martes, 10 de abril de 2012

JUAN Y JUNIOR (1967-1969)



29 de marzo de 1967. Esa fue la fecha de la presentación oficial de Juan y Junior como dúo en una discoteca madrileña. Después del fallido intento por hacerse con el control de Los Brincos, los expulsados Juan Pardo y Junior deciden formar pareja artística y seguir en el mundo musical como dúo. Tuvieron una carrera breve (estuvieron juntos menos de dos años), pero muy intensa, en todos los sentidos. En lo musical lanzaron numerosos singles con bastante éxito, que luego los recogerían en un álbum, e hicieron algunas actuaciones para televisión tanto en España como en el extranjero. También hicieron sus pinitos en el cine; rodaron una película a las órdenes de Pedro Olea, y cuando iban a participar en una segunda se separaron. Pero aparte de lo artístico, también eran conocidos en el mundo de la prensa del corazón, ya que Juan Pardo salía con Rocío Dúrcal y Junior con Marisol; cosas de la vida, al final Junior acabó casándose con Rocío Dúrcal, por lo que no era raro ver noticias suyas en las portadas de las revistas de ese tipo. Tal fue el renombre que alcanzaron, que una discoteca madrileña se llamó JJ por ellos.


A diferencia de Los Brincos, que con “Contrabando” (Novola, 1968) habían puesto su punto de mira en los nuevos sonidos que llegaban de Gran Bretaña, Juan y Junior se decantaron por el pop más clásico, con grandes armonías vocales que solían acompañar con arreglos orquestales. Su primer sencillo, “La Caza / Nada” (Novola, 1967), les catapultó a lo más alto en las listas de éxitos, lo cual fue aprovechado por la prensa para alimentar la rivalidad con su ex-grupo, que también había llegado al número uno con “El pasaporte”. Después siguieron en la misma línea de éxito con su siguiente single “Bajo El Sol / Nos Falta Fé” (Novola, 1967), y a finales de año grabaron un tercer sencillo que incluía una de sus canciones más famosas, “A dos niñas”, la cual estaba dedicada a sus respectivas parejas; tuvo tal repercusión que lanzaron el single en una edición especial donde cantaban esta canción en catalán, algo inusual para la época.


1968 se presentó igual de trepidante, lanzan “Anduriña / Para Verte Reír” (Novola, 1968), cuya Cara A le gustó tanto a Pablo Ruiz Picasso que se ofreció para hacer la portada, pero finalmente la famosa paloma apareció en la parte trasera del single. Posteriormente lanzan “Tiempo de Amor / En San Juan” (Novola, 1968), cuya Cara B también vio la luz en catalán, pero esta vez versionada por Joan Manuel Serrat -que por aquel entonces solo cantaba canciones propias-, y ya para redondear el año protagonizan la película “Juan y Junior. Un Mundo Diferente” (Pedro Olea, 1970).


Con el nuevo año lanzan el single “Lo Que El Viento Se Llevó / Tus Ojos” (Novola, 1969), que junto a los temas que habían aparecido en los anteriores singles formaron “Juan y Junior” (Novola, 1969), el único largo del dúo. Pero empiezan las disensiones dentro del seno del conjunto: Juan Pardo comenzó a componer algunas canciones sin contar con Junior y en marzo de 1969 la revista Mundo Joven publicaba la noticia de la separación artística. El hecho que desencadenó la ruptura fue que Juan Pardo, en ausencia de Junior, trató de corregir una grabación con su voz en lugar de la de su compañero. Junior no se lo tomó muy bien y decide romper de raiz, tomando cada uno de ellos carreras separadas. Pero la verdad es que a Junior le apetecía lanzarse en solitario y probar suerte en el mundo del cine.


El devenir de ambos fue dispar, Junior nunca consiguió tanto éxito como en sus anteriores proyectos, y al final se dedicó a supervisar la carrera musical de su mujer, Rocío Dúrcal. Mientras tanto, Juan Pardo consiguió un gran éxito ese mismo año con su canción “La charanga”, y siguió muchos años en lo más alto como cantante melódico.

Fuente: Roberto Macho - Lafonoteca



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Juan & Júnior - Éxitos



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