Imaginen que el año es 1980. Las luces de neón aún están de moda, los pantalones de campana siguen ondeando al viento de la disco, y en España alguien decide crear un compilado que no solo capture la esencia de una época, sino que además lo haga con descarada ambición. Así nace ¡¡Gigantísimo!!, un doble LP que parece más una fiesta organizada por un DJ ecléctico con síndrome de diógenes musical y nosotros somos los invitados de honor.
Desde el primer tema, “Funkytown” de Lipps Inc., sabemos que estamos entrando en un viaje sin cinturón de seguridad. Es como si una pista de baile setentera se fundiera con un domingo familiar en un tocadiscos de salón. Pero lo que realmente hace gigante a Gigantísimo no es solo la cantidad de canciones, sino su increíble variedad estilística, como si alguien hubiera decidido reunir en un mismo salón a Bob Marley, Rocío Jurado, The Sugarhill Gang y Elton John, y en vez de discutir, ¡todos se pusieran a cantar!
Lado A: Empezamos con energía funk y pop suave, y acabamos con Viola Wills y una lección en resiliencia emocional ("Ya no te necesito", y lo dice bailando). Isaac Hayes y Orquesta Mondragón en el mismo lado del disco: ¿quién lo hubiera dicho?
Lado B: Kenny Rogers nos decora la vida y acto seguido Sugarhill Gang aparece para hacernos saltar con “Rapper’s Delight”. ¿Un salto estilístico? Sí. ¿Raro? También. ¿Genial? Absolutamente. Es como pasar de una cita con flores a una batalla de breakdance en la plaza del pueblo.
Lado C: Bob Marley trae la calma con “Three Little Birds”, y luego Rupert Holmes nos invita a perdernos en una fantasía tropical. Pero antes de que se derrita la piña colada, Rocío Jurado entra con “Señora” a poner orden con voz de trono. Si esto fuera una telenovela, aquí vendría el clímax.
Lado D: Joe Bataan y Andy Gibb nos recuerdan que el amor y el ritmo no tienen fronteras, mientras Miguel Ríos y Manolo Sanlúcar nos regresan a la península para un cierre tan íntimo como encendido. Es un adiós que deja sabor a... más.
¡¡Gigantísimo!! no es un disco, es un collage sonoro, un zapping musical en vinilo, un retrato caleidoscópico de finales de los 70 y principios de los 80. Podría parecer una locura, pero es una de esas locuras que se agradecen: como una cena navideña donde el tío funky, la tía flamenca y el primo moderno comparten mesa y se entienden bailando.
[LP 1]
[LP 2]

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